Sin subirse a la hamaca a disfrutar siquiera dentro del domingo de placidez, ese su primer triunfo de la campaña logrado ante su similar de los Lobos BUAP en lo que fue el propio arranque del torneo de Apertura 2010 de la Liga de Ascenso, el equipo de los Tiburones Rojos del Veracruz, tras unas horas de descanso, llevó al cabo su sesión de entrenamiento en la propia cancha del estadio Luis “Pirata” de la Fuente, ya pensando en el duelo ante los Leones Negros de la Universidad de Guadalajara que se llevará al cabo el entrante viernes a partir de las 20:45 horas dentro de la pradera del estadio Jalisco, que desde la reaparición del once estudiantil tapatío en el balompié rentado azteca ha sido su bunker de guerra.
Es decir, la mano trabajadora y laboriosa del entrenador de los porteños, la de Sergio Bueno, se ha visto en todo su esplendor desde el amanecer mismo del torneo que nos atañe, quedando establecido el hecho de que por cuestiones de alto profesionalismo y de deseos y ganas de trascender, nada va a quedar en el camino del once escualo, llevando ya por delante la palabra de honor de un técnico enteramente profesional y dedicado, mismo que no quedó del todo contento y satisfecho por el triunfo alcanzado con pinzas por sus pupilos el sábado anterior.
Y es que de plano ya el torneo de apertura 2010 de la Liga de Ascenso ha abierto sus fauces desde hora temprana apareciendo en el tinglado más de un equipo con apariencia protagónica, habiendo logrado triunfos desde su salida inicial al nuevo escenario, aparte del Veracruz, cuadros como los Indios de Ciudad Juárez venciendo cinco goles por uno a los Guerreros de Hermosillo, Irapuato doblegando uno por nada a Dorados, mientras que Atlante UTN dando la campanada, desmelenó al León con todo y Borguetti en sus filas al son de cuatro tantos por dos, mientras que Tijuana, ahora dirigido por Joaquín Del Olmo, dio cuenta de la Universidad de Guadalajara, próximo rival del Veracruz, apenas un gol contra nada.
Presintiéndose ante tamaña evidencia que nada será enteramente fácil para los deseos de trascendencia y de alto protagonismo por parte de la muy renovada plantilla actual de los Tiburones Rojos, ante la ya muy temprana advertencia de gran parte de la competencia, que como en los casos de Tijuana, Irapuato y León, prácticamente exprimieron la cartera para levantar por delante lo que siquiera en el papel parecen auténticos trabucos.

Poco a poco
se anda lejos
Esperándose a la vez que la afición porteña comience a mostrarse ya más en las tribunas del estadio “Pirata” conforme avance el torneo, y sobre todo si el propio equipo del Veracruz es capaz de convertirse en un cuadro vencedor que haga valer el esfuerzo y gasto de su afición para que ésta ya practique el muy apetecible deporte del retorno a ocupar su lugar de neta importancia en el graderío.
Y es que desde que el Veracruz tuvo su tercer descenso en tiempos modernos, nunca había tenido una entrada tan menor dentro de sus juegos de presentación en el purgatorio como la del sábado pasado ante Lobos, en donde para no ir muy lejos, en la campaña pasada, la referente al Bicentenario, al momento de recibir al ahora descendido Necaxa, la entrada fue casi lleno, habiendo sido el imán directo de esto la presencia del ahora visto como judío errante, Cuauhtémoc Blanco.