Ocho partidos después, los escualos apenas tienen dos victorias y clasificar a la liguilla es más utopía que realidad.
Lo de ayer generó dolor en el "Temo", para quien uno de sus principios como futbolista es la animadversión a los Pumas. No podría ser de otra manera, si se jugó muchos años en las fuerzas inferiores del América.
La cantera universitaria le dio una nueva bofetada en la aventura que comienza a convertirse en pesadilla. Algunos ya piensan en abandonar el barco veracruzano y lo peor para Blanco es que son justo quienes lo llevaron al puerto jarocho, con el atractivo de un proyecto bastante ambicioso.
El problema es que el Veracruz se transformó en el equipo al que todos quieren derrotar dentro de la Liga de Ascenso.
No es que el conjunto dirigido por Enrique López Zarza haya mutado por la presencia del Tiburón Blanco, pero sí mostró entrega total y espíritu combativo, por más calurosa que fue la tarde morelense.
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