La Dirección Deportiva del Club Tiburones Rojos de Veracruz, anunció que con Fecha 13 de Marzo de 2010, el jugador Luis Ángel García Flores había sido separado indefinidamente del plantel, motivo por el cual causaba baja inmediata, con carácter de irrevocable, por lo que restaba del Torneo Bicentenario 2010.
En un acto de reflexión, el jugador suspendido pidió una audiencia con la Dirección Deportiva del Club, a lo cual el que preside la misma, Antonio Carlos Santos, accedió sin ningún contratiempo.
Luis Ángel García Flores reconoció su falta, aceptando que las declaraciones de Santos a los medios fueron verdaderas y ofreció una disculpa en primera instancia a Mohamed Morales y a Antonio Carlos Santos, y posteriormente a todo la plantilla incluyendo cuerpo técnico. Santos al escuchar al arrepentido jugador, le explicó que él no había llegado al Club con la guillotina a cortar cabezas, que su único objetivo es llevar a los Tiburones a la Primera División en un futuro inmediato, de tal manera que no se permitirían indisciplinas de ninguna índole a nivel cancha o extra cancha.
Antonio Carlos Santos aceptó las disculpas y pidió a los jugadores que si no tenían ninguna inconveniencia, hicieran lo mismo y reintegraran al grupo al cabizbajo muchacho. El grupo de jugadores escuchó al Director Deportivo quienes accedieron a la petición.
Con este acto sin precedentes, la administración demuestra algo también jamás visto en directivas pasadas y que ya se había olvidado: EL LADO HUMANO.
Santos explico que en su trayectoria como jugador había pasado por dos situaciones similares, una en Monterrey jugando para la UANL y la otra en Europa cuando era jugador del Oporto de Portugal, razón por lo cual entendió al jugador en su desesperación.
De tal manera que ahora el jugador escualo puede confiar en alguien que piensa como futbolista, pero que además de haber sido un futbolista exitoso e icono de muchos clubes, ha trabajado también como entrenador, comentarista, periodista, y analista deportivo, por lo que todos los incidentes o inquietudes futbolísticas que se presenten, seguramente serán resueltas con estricto apego al reglamento, pero sin olvidar la parte humana del jugador, quien al fin y al cabo, es lo más importante dentro de un Club, ya que ellos son los protagonistas de verdad y no aquellos o AQUELLAS que escriben notas, sin tan siquiera haber tocado una pelota o vivido la intimidad de un vestidor.
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